La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una afección pulmonar progresiva y prevenible que dificulta la respiración, especialmente al realizar actividades físicas. Esta enfermedad engloba trastornos como la bronquitis crónica y el enfisema, los cuales obstruyen el flujo de aire hacia los pulmones. Aunque esta condición no tiene cura, los síntomas como la tos crónica, la dificultad para respirar, las sibilancias y la secreción excesiva pueden manejarse con un tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida.
Las principales causas de la EPOC son la exposición prolongada al humo del tabaco, la contaminación y ciertos productos químicos industriales.
A pesar de que la EPOC es progresiva, hay muchas formas de mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Con el enfoque correcto, es posible llevar una vida activa y satisfactoria.
TIPS PARA VIVIR MEJOR CON EPOC
Aquí compartimos algunos consejos prácticos para convivir con la enfermedad y reducir el impacto de sus síntomas.
1. Deja de fumar y evita la exposición al humo
El tabaquismo es la principal causa de la enfermedad, y dejar de fumar es el paso más importante para frenar su avance. Aunque hayas fumado durante años, abandonar el hábito puede ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la función pulmonar. Si no eres fumador, también es esencial evitar la exposición al humo de segunda mano, que puede empeorar los síntomas respiratorios.
2. Sigue un tratamiento adecuado
Es fundamental contar con la orientación de un médico que determine el tratamiento adecuado y realice un seguimiento periódico. Esto puede incluir el uso de broncodilatadores, corticosteroides inhalados o antibióticos en caso de infecciones respiratorias. En algunos casos, también es necesario el uso de oxígeno suplementario.
3. Mantén una buena hidratación
Beber suficiente agua permite mantener las mucosidades más fluidas y fáciles de expulsar, lo que puede ayudar a reducir la tos y mejorar la respiración. Además, una correcta hidratación ayuda a prevenir infecciones respiratorias.
4. Haz ejercicio de forma moderada
Aunque pueda parecer difícil, el ejercicio físico moderado tiene grandes beneficios. Consulta con tu médico antes de comenzar cualquier rutina de actividad física. Caminar, nadar o andar en bicicleta son excelentes opciones para mejorar la capacidad pulmonar, fortalecer los músculos y disminuir la sensación de falta de aire, contribuyendo así a una mejor calidad de vida.
5. Aprende a controlar tu respiración
Técnicas como la respiración diafragmática o la respiración con los labios fruncidos pueden ayudarte a maximizar la entrada de aire y reducir la sensación de ahogo. Estas prácticas pueden ser aprendidas con la gua de un fisioterapeuta respiratorio o en programas de rehabilitación pulmonar.
6. Participa en rehabilitación pulmonar
La rehabilitación pulmonar es un programa integral que combina ejercicio físico y educación, diseñado para mejorar la capacidad de respiración y la calidad de vida de quienes padecen enfermedades pulmonares crónicas. A través de ejercicios respiratorios y entrenamiento físico, podrás sentirte más fuerte y respirar con mayor facilidad.
7. Evita las infecciones respiratorias
Las infecciones respiratorias como resfriados y gripe pueden agravar los síntomas. Para reducir el riesgo, es importante lavarse las manos frecuentemente, usar mascarillas en lugares con muchas personas y vacunarse contra la gripe y la neumonía.
8. Crea un ambiente libre de contaminantes
Mantén el aire de tu hogar lo más limpio posible. Evita la exposición a irritantes como el polvo, productos químicos, perfumes fuertes y humo de cocina. Si vives en una zona con alta contaminación o en un ambiente cerrado, el uso de purificadores de aire puede ser una buena opción para mejorar la calidad del aire que respiras.
Fuente: Dr. José Francisco Guerra, Neumólogo del HVQ.








