En la búsqueda de una vida plena y saludable, los hábitos que cultivamos día a día desempeñan un papel fundamental. Desde la forma en que nos alimentamos hasta cómo cuidamos nuestra salud mental, cada elección contribuye a nuestro bienestar general. Sin embargo, para aquellos que luchan contra la obesidad, el camino para recuperar la salud puede parecer desafiante. Es aquí donde las opciones como la cirugía bariátrica pueden ofrecer una nueva perspectiva y una oportunidad para un cambio transformador.
La obesidad no solo afecta la imagen corporal, sino que también puede tener graves implicaciones para la salud, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y otras afecciones crónicas. En estos casos, la cirugía bariátrica puede ser considerada como una herramienta definitiva y duradera en el tiempo.
Dos de las opciones más comunes en cirugía bariátrica son la manga gástrica y el bypass gástrico. Ambos procedimientos tienen como objetivo reducir el tamaño del estómago y modificar el sistema digestivo para promover la pérdida de peso. Sin embargo, difieren en sus indicaciones para lograr este objetivo.
- Manga Gástrica:
En este procedimiento, se elimina aproximadamente el 80% del estómago, dejando un tubo estrecho en forma de manga. Esto reduce la capacidad del estómago y limita la cantidad de alimentos que se pueden consumir, lo que ayuda a controlar el apetito y promueve la pérdida de peso.
- Bypass Gástrico:
En contraste, el bypass gástrico también reduce el tamaño del estómago, pero va un paso más allá al desviar una parte del intestino delgado, lo que limita la cantidad de calorías y nutrientes que se absorben. Esto no solo reduce la ingesta de alimentos, sino que también afecta la absorción de nutrientes, lo que puede tener implicaciones adicionales para la pérdida de peso y la salud metabólica.
- ¿Cuándo Considerar la Cirugía Bariátrica?
La decisión de someterse a cirugía bariátrica no debe tomarse a la ligera. Se recomienda a todas las personas con un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más, o un IMC de 35 o más con condiciones de salud relacionadas con la obesidad. Y en casos seleccionados a pacientes con IMC menor a 35. Sin embargo, cada caso es único, y es importante consultar con un equipo médico calificado para determinar la mejor opción para cada individuo.
Pero someterse a una cirugía bariátrica también implica disciplina de la persona que toma esta decisión por su salud. Posterior a cualquiera de estos dos procesos es necesario cambiar hábitos y establecer una dieta equilibrada, actividad física regular y el manejo del estrés, cada pequeño paso nos acerca más a una vida vibrante y llena de energía.
El camino hacia una vida saludable y el bienestar es único para cada persona. El cambio empieza por decisiones. Al abrazar el poder de nuestras elecciones y buscar el apoyo adecuado, podemos transformar nuestro día a día y alcanzar nuestro máximo potencial.
Fuente: Dr. Milton Araujo, Cirujano del Hospital Vozandes Quito


