Las 14 semanas de embarazo ya serán mucho más llevaderas si has tenido antes síntomas como mareos y náuseas. Además, el que el vientre empiece a ser evidente será un motivo de orgullo y alegría, pues sobresale levemente sin resultar pesado.
Los pechos están considerablemente más grandes y bastante sensibles.
El feto crece rápidamente, pesará unos 30 gramos y medirá aproximadamente 10 centímetros. Parece un bebé en miniatura. Ya ha desaparecido el saco vitelino y su alimentación procede de la placenta, un órgano que va creciendo con él y del que recibirá alimento y oxígeno hasta después del nacimiento, cuando el cordón deje de latir y de mandarle lo necesario para adaptarse al mundo.



