El Hopsital Vozandes tiene una tradición en Ecuador como una de las instituciones médicas de mayor prestigio. Les mostramos nuestra historia.
En una ciudad como Quito un grupo de misioneros decidió construir un lugar donde las personas pudieran recibir alivio para sus malestares.
Las raíces del Hospital Vozandes Quito se unen a las de ´La Voz de Los Andes´
A pocos meses de entrar en funcionamiento, la clínica de salud para ´La Voz de Los Andes´ tuvo su primer desafío, ayudar a las víctimas del terremoto de Ambato de 1949
También brindaron apoyo a la clínica del Seguro y fueron los únicos que, junto a personal militar, constataron que en Pelileo no hubo sobrevivientes.
Con esta experiencia surge el deseo de ampliar el servicio, es así que un 28 de abril de 1950, se abre formalmente el Albergue Indígena y Dispensario Médico.
El 12 de octubre de 1955 se abrieron formalmente las puertas del hospital, y desde la que se está practicando uno de sus más principios: “A la Gloria de Dios y al servicio del Ecuador”.
Con su aparición, el Hospital Vozandes Quito fue de gran apoyo para las casas de salud públicas y privadas que existían en esa década.
Siempre se destacó por el profesionalismo, altruismo y solidaridad de los médicos, el Vozandes hizo grandes aportes a la medicina ecuatoriana.
Todo este trabajo permitió que en 1991 se reconozca al Hospital Vozandes Quito como Docente lo que se convirtió en un hito en nuestra historia.
En 1999 se recibió a la Primera Promoción de Internos de la Pontificia Universidad Católica de Quito y de la Universidad San Francisco de Quito.
Para esta fecha se establece un programa formal de externado rotativo con estas universidades.
La investigación también hizo grandes aportes para la comunidad científica nacional e internacional.
En la década de los setentas, el Misionero Ronald Guderian encontró el primer caso de oncocercocis en un habitante de las orillas del Río Callapas.
La asistencia médica es un campo complejo y está sujeta a cambios constantes en respuesta a la evolución de la tecnología, del conocimiento y de las condiciones económicas.
Todo esto convierte a la salud en un tema estimulante y excitante, pero al mismo tiempo desafiante y asombroso.
Gracias a todos ustedes hemos podido construir nuestra historia.
En una ciudad andina como la de Quito, marcada por un prominente horizonte verde y contrastada por un sosegado crecimiento de siglo XX, que se extendía por el norte hasta los sectores la Carolina e Iñaquito, un grupo de misioneros decidió construir un lugar donde, especialmente los grupos indígenas, pudieran recibir alivio para sus malestares y un refugio para recuperar ánimo y energía.
Las raíces del Hospital Vozandes Quito se unen a las de ´La Voz de Los Andes´, Radio HCJB (Hoy Cristo Jesús Bendice), también de esencia misionera, que al experimentar un significativo crecimiento desde 1931, vio la necesidad de crear un centro de atención médica para sus empleados nacionales y extranjeros
A pocos meses de entrar en funcionamiento, la clínica de salud para ´La Voz de Los Andes´ tuvo su primer desafío: los profesionales y los equipos médicos de aquella época, pusieron a prueba sus dones y talentos al brindar ayuda a las víctimas del terremoto de Ambato de 1949, uno de los duros episodios registrados en la historia del Ecuador. El hecho a destacar es: que el grupo misionero era el único que poseía equipos portátiles de esterilización a gasolina que sirvieron para hacer procedimientos médicos móviles. También brindaron apoyo a la clínica del Seguro y fueron los únicos que, junto a personal militar, constataron que en Pelileo no hubo sobrevivientes. En este terremoto fallecieron 5 mil personas, según los datos oficiales..
Con esta experiencia, más la aparición de otras necesidades y el anhelo de ayudar a la gente, surge el deseo de ampliar el servicio, es así que un 28 de abril de 1950, se abre formalmente el Albergue Indígena y Dispensario Médico que atendía especialmente a grupos indígenas y necesitados.
Lo mencionado anteriormente, es un breve recuento de los primeros pasos que se dieron antes de la aparición del Hospital Vozandes Quito, hecho que ocurrió el 12 de octubre de 1955, fecha en que se abrieron formalmente las puertas del hospital, y desde la que se está practicando uno de sus más celosos principios: “A la Gloria de Dios y al servicio del Ecuador”.
En aquella época las figuras notables del hospital fueron el Dr. Paul Roberts, la Sra. Bárbara Roberts y la enfermera Kathleen Erb quienes se convirtieron en los primeros misioneros médicos evangélicos en la mitad del mundo y fueron quienes materializaron un sueño a favor de los ecuatorianos, a quienes aparte de llevarles salud, también les llevaban esperanza.
Con su aparición, el Hospital Vozandes Quito fue de gran apoyo para las casas de salud públicas y privadas que existían en esa década. Siempre se destacó por el profesionalismo, altruismo y solidaridad de los médicos, que según los escritos y los testimonios registrados, el Vozandes hizo grandes aportes a la medicina ecuatoriana gracias a sus vínculos, especialmente con Estados Unidos y Canadá, de donde llegaban a través de donaciones, equipos nuevos y usados que permitían a los galenos desarrollar técnicas novedosas para el país, métodos de diagnóstico o medicina de producción reciente, entre otros; así como también, el aporte de médicos, enfermeras, administradores, tecnólogos, quienes contribuyeron con sus conocimientos en la atención médica o en la administración de los servicios hospitalarios que marcaron un hito en el cuidado integral, apoyo sicológico y espiritual para los paciente.
Todo este trabajo permitió que en 1991 se reconozca al Hospital Vozandes Quito como Hospital Docente. Realce concedido por la Federación Médica Ecuatoriana y el Consejo de Facultades de Medicina del Ecuador, siendo el primer hospital privado en recibir esta distinción.
En 1999 se recibió a la Primera Promoción de Internos Rotativos de la Pontificia Universidad Católica de Quito y de la Universidad San Francisco de Quito. Para esta fecha se establece un programa formal de externado rotativo con estas universidades.
En 2005, comienza el Postgrado de Otorrinolaringología con el aval de la Universidad San Francisco de Quito.
La docencia no es la única fortaleza que destaca hasta hoy al Hospital Vozandes Quito. Entre otras, la investigación también hizo grandes aportes para la comunidad científica nacional e internacional. En la década de los setentas, el Misionero Ronald Guderian encontró el primer caso de oncocercocis en un habitante de las orillas del Río Callapas de la Provincia de Esmeraldas. Esto obligó una investigación profunda del tema por alrededor de 9 años, hecho que contó con el apoyo de grupos estratégicos que permitieron la creación del Centro de Investigaciones Clínicas del Hospital Vozandes, cuyo fin fue el de realizar estudios de enfermedades tropicales como la oncocercocis, malaria, leishmaniasis, paragonimiasis y chagas.
Luego de este paso, se ejecutó el programa de control de la oncocercocis a través del tratamiento comunitario anual con medicamento invermectina, circunstancia que con el paso del tiempo se convirtió en referente para el diagnóstico y el manejo de las enfermedades tropicales y que confluyó en la formación de biólogos en el campo de la investigación clínica y terminó con destacados reconocimientos en nombradas revistas internacionales de la especialidad.
Desde el 2005 hasta la actualidad se han fortalecido varios servicios como el de traumatología, cirugía, imagen, laboratorio, etc., y se han creado otros como el de fisioterapia, educación prenatal, parto personalizado y más, siempre cuidando su objetivo de brindar un servicio integral.
Como un hospital de tercer nivel, las demandas de altos estándares de calidad cada vez son más exigentes, de allí, que desde el 2015 el Hospital Vozandes Quito vigoriza los procesos de seguridad y calidad, un eje transversal que vela por la seguridad del paciente, generando los canales adecuados de comunicación que procuren terminar con una satisfacción total con el uso de nuestro servicio.
Con pasos firmes y bien definidos, desde que se forjó como una idea, hasta sumar más de 60 años de servicio, el Hospital Vozandes Quito se ha preocupado por la seguridad del paciente, promoviendo el mejoramiento continuo de los procesos para cumplir con las normativas, implementando medidas de protección y prevención, difundiendo y fomentando responsabilidades y compromisos, lo que ha constituido un importante servicio con cimientos que sustentan al desarrollo del pueblo ecuatoriano.
La asistencia médica es un campo complejo y está sujeta a cambios constantes en respuesta a la evolución de la tecnología, del conocimiento y de las condiciones económicas. Todo esto convierte a la salud en un tema estimulante y excitante, pero al mismo tiempo desafiante y asombroso.